Hay personas con las que te sientes tan cómodo, tan en confianza, como que las conocieras de siempre, con ellas puedes ser tu mismo y cuando esto es recíproco, es cuando comienza la magia. Mariela y Emilio son de esas personas sencillas, buena onda, con las que puedes hablar mucho rato y no aburrirte, siempre tirando la talla y haciéndote sentir como que fueras un amigo de la vida. Hace más de un año les tomé las fotos de su matrimonio y hace poco tuvimos la oportunidad de realizar la sesión que teníamos pendiente, tenían planeado ir a la playa, pero el destino nos llevó al Embalse El Yeso en el Cajón del Maipo y no pudo haber sido mejor opción.
Nos fuimos a las 11am y a las 13:30 aprox comenzamos con las fotos, el tiempo se nos hizo nada, estábamos tan entretenidos que la tarde se nos fue volando. Partimos en los Refugios del Yeso, construcciones que hasta hace poco se encontraban abandonadas y que hoy en día están siendo rescatadas para el turismo. Luego nos fuimos al Embalse y nos quedamos ahí hasta que se nos fue el sol y se nos comenzaron a congelar hasta los pensamientos. Lo dimos todo!!! Había un desborde de entusiasmo tanto en ellos como en mi, éramos como niños jugando, todos llenos de barro, muertos de la risa, fue memorable!!
Estoy realmente agradecido de haber hecho esta sesión, de que hayan sido uds y no otros. Porque vuelvo a convencerme de que cuando existe esa conexión inexplicable con las personas a quien vas a fotografiar, suceden cosas maravillosas, todo fluye perfectamente. Las barreras que nos separan sucumben y nos mostramos con el alma desnuda y es en esa honestidad pura cuando logro retratarlos tal cual son, imperfectamente hermosos y reales. De clientes a amigos, gracias por todo chiquillos, son la puta hostia!!!
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